Visión
Pero para producir esa transformación,
el pintor tiene que haber desarrollado su visión.
Pero no tanto una visión
de futuro, como una visión
de presente. No tanto una
visión del cuadro
que quiere pintar,
como una visión
de sí mismo. Es decir
que las pinturas
de Dalí, como las obras
de cualquier otro artista, reflejan la visión
del pintor sobre
su propia persona
en su relación con el mundo. ¿Quién
realmente soy? ¿Cuál
es el sentido de mi vida? ¿Hacia
dónde quiero caminar
y por qué?...
La visión
no es tanto la acción
y el efecto de ver o de visualizar el futuro, como la acción
y el efecto de comprender quienes en realidad
somos, quienes queremos
llegar a Ser y qué vamos a hacer para lograrlo. Las obras de los artistas son en realidad
un vehículo para
expresar todo ello.
Es la visión, por tanto,
la primera de las dimensiones que desde nuevas
perspectivas y actitudes tenemos que desarrollar, si queremos potenciar eficazmente un proceso
personal de cambio
y crecimiento.
Criterio
Pero esa visión,
que nace desde
la comprensión de nuestra propia
naturaleza como seres
humanos en relación a nuestra más pura esencia
como personas, debemos
construirla al igual
que los artistas construyen la suya propia
a través de sus creaciones.
Y como
suelo decir, ninguna
visión puede ser
construida por un ser humano
desde la locura
o la inconsciencia. Incluso genios
como Dalí, se aplican con criterio dando
forma a sus obras desde
el conocimiento, la metodología y la razón,
aunque a veces
pudiera parecer lo contrario, quizá
esta sea su genialidad.
El criterio es a la persona, como
la pintura, la espátula, el pincel o la técnica
al pintor. Sin criterio
ninguna visión
puede llevarse a la práctica.
El criterio es por tanto
la segunda dimensión sobre la que tenemos que trabajar, analizando, identificando y poniendo en valor los recursos internos
(capacidades, motivaciones, valores…)
y externos (modelos, herramientas, técnicas…), necesarios para
desarrollar dinámicamente todo nuestro potencial.
Pasión
Y por último al igual
que los mejores
artistas, tendremos que poner en valor toda nuestra pasión.
La pasión es energía en acción, porque
todo proceso de cambio y crecimiento al igual que toda
creación, requiere expresarse fuera de la zona conocida. Y ello significa que vamos a tener que
poner en valor nuestra capacidad de ilusionarnos, de concentrarnos, de
motivarnos y comprometernos con valentía, esfuerzo, perseverancia y tolerancia al dolor y a la frustración, algo
que sólo puede llegar a través de toda esa energía que nos da la pasión,
la que nos va a mover en la realidad del día a día.
Por tanto,
la pasión es la tercera
de las 3 dimensiones a desarrollar, identificando y poniendo en valor aquellos
elementos que nos ayudan a transformar nuestra
motivación en compromiso, nuestro talento en competencia, y nuestro estado
en felicidad.
Metodología
Visión, criterio y pasión hacen
parte de una
serie de triadas
que desde entonces
irían relacionándose, integrándose y dando
forma a la metodología Growth
Management.
Pues bien, sólo con visión,
criterio y pasión
podemos cambiar y crecer en nuestra más amplía
dimensión, algo aplicable a todo equipo
y organización.
Sólo con visión, criterio y pasión, por
tanto, podemos construir realidades que algún
día nos parecieron imposibles y que más tarde descubriremos que en realidad
siempre estuvieron a nuestro
alcance.
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