sábado, 4 de abril de 2020

Visión, Crieterio y Pasión. Por Ignacio Bernabé


Visión

Pero para producir esa transformación, el pintor tiene que haber desarrollado su visión.

Pero no tanto una visión de futuro, como una visión de presente. No tanto una visión del cuadro que quiere pintar, como una visión de mismo. Es decir que las pinturas de Dalí, como las obras de cualquier otro artista, reflejan la visión del pintor sobre su propia persona en su relación con el mundo. ¿Quién realmente soy? ¿Cuál es el sentido de mi vida? ¿Hacia dónde quiero caminar y por qué?...

La visión no es tanto la acción y el efecto de ver o de visualizar el futuro, como la acción y el efecto de comprender quienes en realidad somos, quienes queremos llegar a Ser y qué vamos a hacer para lograrlo. Las obras de los artistas son en realidad un vehículo para expresar todo ello.

Es la visión, por tanto, la primera de las dimensiones que desde nuevas perspectivas y actitudes tenemos que desarrollar, si queremos potenciar eficazmente un proceso personal de cambio y crecimiento.


Criterio

Pero esa visión, que nace desde la comprensión de nuestra propia naturaleza como seres humanos en relación a nuestra más pura esencia como personas, debemos construirla al igual que los artistas construyen la suya propia a través de sus creaciones.

Y como suelo decir, ninguna visión puede ser construida por un ser humano desde la locura o la inconsciencia. Incluso genios como Dalí, se aplican con criterio dando forma a sus obras desde el conocimiento, la metodología y la razón, aunque a veces pudiera parecer lo contrario, quizá esta sea su genialidad.

El criterio es a la persona, como la pintura, la espátula, el pincel o la técnica al pintor. Sin criterio ninguna visión puede llevarse a la práctica.

El criterio es por tanto la segunda dimensión sobre la que tenemos que trabajar, analizando, identificando y poniendo en valor los recursos internos (capacidades, motivaciones, valores…) y externos (modelos, herramientas, técnicas…), necesarios para desarrollar dinámicamente todo nuestro potencial.


Pasión

Y por último al igual que los mejores artistas, tendremos que poner en valor toda nuestra pasión. La pasión es energía en acción, porque todo proceso de cambio y crecimiento al igual que toda creación, requiere expresarse fuera de la zona conocida. Y ello significa que vamos a tener que poner en valor nuestra capacidad de ilusionarnos, de concentrarnos, de motivarnos y comprometernos con valentía, esfuerzo, perseverancia y tolerancia al dolor y a la frustración, algo que sólo puede llegar a través de toda esa energía que nos da la pasión, la que nos va a mover en la realidad del día a día.

Por tanto, la pasión es la tercera de las 3 dimensiones a desarrollar, identificando y poniendo en valor aquellos elementos que nos ayudan a transformar nuestra motivación en compromiso, nuestro talento en competencia, y nuestro estado en felicidad.

Metodología


Pues bien, sólo con visión, criterio y pasión podemos cambiar y crecer en nuestra más amplía dimensión, algo aplicable a todo equipo y organización.

Sólo con visión, criterio y pasión, por tanto, podemos construir realidades que algún día nos parecieron imposibles y que más tarde descubriremos que en realidad siempre estuvieron a nuestro alcance.


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