miércoles, 8 de abril de 2020

El futuro se construye hoy, no mañana...


«El futuro se construye hoy, no mañana, pero todo es un proceso que debemos iniciar ya» Mario Sigfrido Huertas
Si partimos de aceptar que estamos atravesando por un escenario de crisis ‘Global’, entonces debemos comprender que tal situación amerita pasar de la automatización de los hábitos y rituales que nos generan sensación de confort, a una reflexión incómoda, madura y aclaratoria que exige entender, como nos enseña el Neurocientífico Rodolfo Llinas en su libro ‘El cerebro y el mito del yo’, que “el movimiento  inteligente, es requerido para sobrevivir, para procurar alimento y refugio, lo mismo que para evitar convertirse en alimento de otros” 1. pagina 45 
Igualmente, Llinas sustenta que “la capacidad de predicción es claramente vital, de ella depende la vida misma del organismo”. En estos dos argumentos, posiblemente negados por los planes de desarrollo que el  mundo privilegió en esta última década, encontraremos algunas de las conductas que activaron y siguen avivando la crisis, de la que ingenuamente decimos que nos tomó por sorpresa. 
Ya el psicólogo económico Daniel Kahneman en su libro ‘Pensar rápido, pensar despacio‘, nos había advertido que “el sistema 1, que gobierna los procesos automáticos e intuitivos, y el sistema 2, reponsable de las facultades cognitivas superiores, pueden interferir a menudo el uno con el otro”“Para sobrevivir, para moverse en la vida en las relaciones interpersonales, en la cotidianidad, también en las elecciones económicas, son igualmente útiles tanto la información que puede provenir de nuestras intuiciones y de nuestras emociones propias del sistema 1, como las elaboraciones deliberadas y abstractas creadas por el sistema 2”2. páginas 35-36
La pregunta que surge en este momento de crisis, es porqué no nos anticipamos a ella. En parte estos dos científicos nos iluminan la respuesta. El sistema 1 entregado al confort de la ilusión del mundo virtual, del nomadismo turístico, del consumo a domicilio, de la gamificación, del edutainment y de la diversión por demanda, quién predomina sobre el sistema 2, nos anestesió, nos hizo sentir que los sistemas de salud aunque en crisis, no requerían tanta vigilancia, ni análisis, más cuando el Dr Google rapidamente nos resolvía los problemas e inquietudes, y nuestra razón quedaba plenamente satisfecha con la realización de dietas personalizadas, asistencia a spa naturales, comidas gourmet y tures eco-saludables.  
Si queremos superar la crisis y aprovechar la cuarentena para replantear nuestro propósito y estrategias de sostenibilidad personal, familiar, social y empresarial, debemos aprovechar este escenario precedido por errores, dándole mayor participación a los tres componentes de la empatía humana, como son según los neurocientíficos “la capacidad o el fenómeno de sentir como propias las emociones ajenas, lo que ha sido reconocido por muchos autores como el origen de la moral. Un segundo componente es cognitivo, la capacidad de entender racionalmente las causas y condiciones de los sentimientos del otro, y finalmente hay un componente de compasión, que es el que motiva a actuar para aliviar los sufrimientos”3
Si tomáramos más en serio la naturaleza humana, con sus pros y sus contras, podríamos arreglar los problemas mejor de lo que lo hemos hecho hasta hoy. Estos axiomas no solo son aplicables a los problemas políticos, varios estudios han mostrado que, basándose en esta concepción compleja de la empatía, se pueden lograr mejores resultados en la enseñanza, promoviendo actitudes más proactivas en las familias, en las empresas, en las organizaciones y en la sociedad.
Teniendo en cuenta estas reflexiones, el equipo de mi empresa ‘MSH Consulting’ de consultoría en prospectiva de marketing con base en psicología económica y neurociencia aplicada a los negocios, con  nuestros aliados de Elemental Communications, empresa especializada en Marketing Digital, decidimos actuar en concordancia con los retos que propone la contingencia de salud, social, ambiental y económica, ofreciendo a la comunidad empresarial y ciudadanía en general, un servicio virtual que le hemos llamado “Mentoring para la Neuroconivencia digital”.
Según Gustavo Lins Ribeiro especialista de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el uso excesivo de pantallas e Internet genera aislamiento, rechazo a la diversidad y falta de interacción con otras personas, señala además que aunque el ser humano es dependiente de la interacción con sus semejantes, al ser adicto a las pantallas y a la segregación de endorfinas que éstas causan se vuelve narcisista, trastorno de la personalidad, en el que la persona tiene un exagerado sentido de egocentrismo. 4
En mi trabajo de mentoring he aprendido que esta metodología hace que la persona entienda que las decisiones emocionales no permiten ver con claridad el camino hacia el éxito, desafortunadamente solemos pensar que solo hay una forma de lograr el éxito. No tenemos tiempo de pensar quién soy, qué quiero y qué puedo aportarle a la humanidad.
Nos han vendido el éxito individual y no el colectivo, no el que sirve a los demás y construye. Los grandes proyectos han surgido de aportarle a la sociedad bienestar y prosperidad, un éxito asociado a la posesión, al tener y no al ser. De ahí la importancia de planear; el futuro se construye hoy, no mañana, pero todo es un proceso que debemos iniciar ya. Por lo tanto, nuestro trabajo en esta cuarentena será acompañar a despertar del confort y/o de la depresión, empezando por hacerse las siguientes preguntas:
·        ¿Qué tanto escucha sus sentimientos y sueños?
·        ¿Qué ejemplos ha seguido o sigue actualmente?
·        ¿Qué tanto confía en sí mismo?
·        Cuando aborda un problema, ¿consulta referentes o solamente reacciona?
·        ¿Ha sobrevolado en los fracasos y ha crecido con ellos?
·        ¿Asume conductas proactivas?
·        ¿Aprende de los errores?
·        ¿Sus imaginarios lo inspiran al cambio?
·        ¿Comparte sus experiencias y conocimientos relevantes?
·        ¿Ofrece, busca apoyo y aliento de manera comprometida?
Les ayudaremos a contestar estas preguntas, para después acompañarlo a formularse y responder las preguntas empresariales como:
·        ¿Cuál es la propuesta y/o promesa de bienestar que ofrece mi emprendimiento o empresa a la sociedad?
·        ¿Quiénes son o serán los beneficiarios de participar de la relación- interacción con mi marca personal y/o empresarial?
·        ¿Qué sensaciones, sentimientos, percepciones y experiencias quedarán en las memorias transactiva, procedimental y emocional como impronta de la relación con mi marca personal y organizacional?
·        ¿Cuáles son los valores afectivo, racional, conductual, moral, estético y simbólico que mi marca persona y/o empresarial mantendrá como causa de responsabilidad social?
·        En ¿Qué medida la identidad y el posicionamiento de mi marca personal y/o empresarial persiste o persistirá hasta que la reputación de ella represente y sea el fiel reflejo de su capacidad de atractividad y poder de competitividad?
·        ¿Cuál es el futurible o futuro probable y sostenible que se alcanzará con los talentos de mi equipo, recursos y cultura personal y/o empresarial que se hemos co-creado o se deberá diseñar?  
Si encontramos las respuestas y estrategias para responder estas preguntas, entonces habremos co-creado un plan post virus que active la oportunidad de encontrar nuestra libertad y nuestro sentido de responsabilidad a partir de la neuro convivencia social y digital, la que nos permitirá superar la tristeza, aceptarla y vivirla como un mecanismo práctico para utilizarlo como una energía generadora de nuevos contenidos que plasmados en un medio digital serán el comienzo de exorcizar el COVID 19 y de integrar nuestra mente intuitiva y racional, y así recrear una nueva y sostenible forma de humanidad y solidaridad.
1.     Rodolfo R. Llinás, el cerebro y el mito del yo, promovido por Maloka, Villegas editores.
2.     Daniel Kahneman, pensar rápido, pensar despacio, Debate, 2012.


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