«El futuro se
construye hoy, no mañana, pero todo es un proceso que debemos iniciar ya» Mario
Sigfrido Huertas
Si
partimos de aceptar que estamos atravesando por un escenario de crisis
‘Global’, entonces debemos comprender que tal situación amerita pasar
de la automatización de los hábitos y rituales que nos generan sensación de
confort, a una reflexión incómoda, madura y aclaratoria que exige entender,
como nos enseña el Neurocientífico Rodolfo Llinas en su libro ‘El cerebro y el
mito del yo’, que “el movimiento inteligente, es
requerido para sobrevivir, para procurar alimento y refugio, lo mismo que para
evitar convertirse en alimento de otros” 1. pagina 45
Igualmente,
Llinas sustenta que “la capacidad de predicción es claramente vital,
de ella depende la vida misma del organismo”. En estos dos
argumentos, posiblemente negados por los planes de desarrollo que el
mundo privilegió en esta última década, encontraremos algunas de las conductas
que activaron y siguen avivando la crisis, de la que ingenuamente decimos que
nos tomó por sorpresa.
Ya
el psicólogo económico Daniel Kahneman en su libro ‘Pensar rápido,
pensar despacio‘, nos había advertido que “el sistema 1,
que gobierna los procesos automáticos e intuitivos, y el sistema 2, reponsable
de las facultades cognitivas superiores, pueden interferir a menudo el uno con
el otro”. “Para sobrevivir,
para moverse en la vida en las relaciones interpersonales, en la cotidianidad,
también en las elecciones económicas, son igualmente útiles tanto la
información que puede provenir de nuestras intuiciones y de nuestras emociones
propias del sistema 1, como las elaboraciones deliberadas y abstractas creadas
por el sistema 2”. 2. páginas 35-36
La
pregunta que surge en este momento de crisis, es porqué no nos anticipamos a
ella. En parte estos dos científicos nos iluminan la respuesta. El sistema 1
entregado al confort de la ilusión del mundo virtual, del nomadismo turístico,
del consumo a domicilio, de la gamificación, del edutainment y
de la diversión por demanda, quién predomina sobre el sistema 2, nos anestesió,
nos hizo sentir que los sistemas de salud aunque en crisis, no requerían tanta
vigilancia, ni análisis, más cuando el Dr Google rapidamente nos resolvía los
problemas e inquietudes, y nuestra razón quedaba plenamente satisfecha con la
realización de dietas personalizadas, asistencia a spa naturales, comidas gourmet y
tures eco-saludables.
Si
queremos superar la crisis y aprovechar la cuarentena para replantear nuestro
propósito y estrategias de sostenibilidad personal, familiar, social y
empresarial, debemos aprovechar este escenario precedido por errores, dándole
mayor participación a los tres componentes de la empatía humana, como son según
los neurocientíficos “la capacidad o el fenómeno de sentir como
propias las emociones ajenas, lo que ha sido reconocido por muchos autores como
el origen de la moral. Un segundo componente es cognitivo, la capacidad de
entender racionalmente las causas y condiciones de los sentimientos del otro, y
finalmente hay un componente de compasión, que es el que motiva a actuar para
aliviar los sufrimientos”. 3
Si tomáramos más en serio la naturaleza humana,
con sus pros y sus contras, podríamos arreglar los problemas mejor de lo que lo
hemos hecho hasta hoy. Estos axiomas no solo son aplicables a los problemas
políticos, varios estudios han mostrado que, basándose en esta concepción
compleja de la empatía, se pueden lograr mejores resultados en la enseñanza,
promoviendo actitudes más proactivas en las familias, en las empresas, en las
organizaciones y en la sociedad.
Teniendo
en cuenta estas reflexiones, el equipo de mi empresa ‘MSH Consulting’ de
consultoría en prospectiva de marketing con
base en psicología económica y neurociencia aplicada a los negocios,
con nuestros aliados de Elemental Communications, empresa especializada
en Marketing Digital,
decidimos actuar en concordancia con los retos que propone la contingencia de
salud, social, ambiental y económica, ofreciendo a la comunidad empresarial y
ciudadanía en general, un servicio virtual que le hemos llamado “Mentoring para la Neuroconivencia
digital”.
Según
Gustavo Lins Ribeiro especialista de la Universidad Autónoma Metropolitana
(UAM), el uso excesivo de pantallas e Internet genera aislamiento, rechazo a la
diversidad y falta de interacción con otras personas, señala además que aunque
el ser humano es dependiente de la interacción con sus semejantes, al ser
adicto a las pantallas y a la segregación de endorfinas que éstas causan se
vuelve narcisista, trastorno de la personalidad, en el que la persona tiene un
exagerado sentido de egocentrismo. 4
En
mi trabajo de mentoring he
aprendido que esta metodología hace que la persona entienda que las decisiones
emocionales no permiten ver con claridad el camino hacia el éxito,
desafortunadamente solemos pensar que solo hay una forma de lograr el éxito. No
tenemos tiempo de pensar quién soy, qué quiero y qué puedo aportarle a la
humanidad.
Nos han vendido el éxito individual y no el
colectivo, no el que sirve a los demás y construye. Los grandes proyectos han
surgido de aportarle a la sociedad bienestar y prosperidad, un éxito asociado a
la posesión, al tener y no al ser. De ahí la importancia de planear; el futuro
se construye hoy, no mañana, pero todo es un proceso que debemos iniciar ya.
Por lo tanto, nuestro trabajo en esta cuarentena será acompañar a despertar del
confort y/o de la depresión, empezando por hacerse las siguientes preguntas:
·
¿Qué
tanto escucha sus sentimientos y sueños?
·
¿Qué
ejemplos ha seguido o sigue actualmente?
·
¿Qué
tanto confía en sí mismo?
·
Cuando
aborda un problema, ¿consulta referentes o solamente reacciona?
·
¿Ha
sobrevolado en los fracasos y ha crecido con ellos?
·
¿Asume
conductas proactivas?
·
¿Aprende
de los errores?
·
¿Sus
imaginarios lo inspiran al cambio?
·
¿Comparte
sus experiencias y conocimientos relevantes?
·
¿Ofrece,
busca apoyo y aliento de manera comprometida?
Les ayudaremos a contestar estas preguntas, para
después acompañarlo a formularse y responder las preguntas empresariales como:
·
¿Cuál
es la propuesta y/o promesa de bienestar que ofrece mi emprendimiento o empresa
a la sociedad?
·
¿Quiénes
son o serán los beneficiarios de participar de la relación- interacción con mi
marca personal y/o empresarial?
·
¿Qué
sensaciones, sentimientos, percepciones y experiencias quedarán en las memorias
transactiva, procedimental y emocional como impronta de la relación con mi
marca personal y organizacional?
·
¿Cuáles
son los valores afectivo, racional, conductual, moral, estético y simbólico que
mi marca persona y/o empresarial mantendrá como causa de responsabilidad
social?
·
En
¿Qué medida la identidad y el posicionamiento de mi marca personal y/o
empresarial persiste o persistirá hasta que la reputación de ella represente y
sea el fiel reflejo de su capacidad de atractividad y poder de competitividad?
·
¿Cuál
es el futurible o futuro probable y sostenible que se alcanzará con los
talentos de mi equipo, recursos y cultura personal y/o empresarial que se hemos
co-creado o se deberá diseñar?
Si encontramos las respuestas y estrategias para
responder estas preguntas, entonces habremos co-creado un plan post virus que
active la oportunidad de encontrar nuestra libertad y nuestro sentido de
responsabilidad a partir de la neuro convivencia social y digital, la que nos
permitirá superar la tristeza, aceptarla y vivirla como un mecanismo práctico
para utilizarlo como una energía generadora de nuevos contenidos que plasmados
en un medio digital serán el comienzo de exorcizar el COVID 19 y de integrar
nuestra mente intuitiva y racional, y así recrear una nueva y sostenible forma
de humanidad y solidaridad.
1. Rodolfo R. Llinás, el cerebro y el mito del yo,
promovido por Maloka, Villegas editores.
2. Daniel Kahneman, pensar rápido, pensar despacio,
Debate, 2012.
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