miércoles, 25 de marzo de 2020

Coronavirus: un experimento de teletrabajo a escala mundial


Coronavirus: un experimento de teletrabajo a escala mundial
BID. División de mercados laborales. Marzo 24, 2020 por Laura Ripani | 
Flexibilidad, accesibilidad, productividad, conciencia sobre el impacto negativo en el medio ambiente de trasladarse hacia el puesto de trabajo… Hay muchas razones por las cuales uno querría trabajar desde casa al menos algunos días por semana. Pero esta vez no es cuestión de elección: para muchos trabajadores, el coronavirus (COVID-19, para ser más precisos) impuso el teletrabajo de forma obligatoria. De alguna manera, se ha puesto en práctica un experimento de teletrabajo a escala mundial. Pero no es un experimento como todos hubiéramos deseado diseñar, ya que el cierre de las escuelas ha hecho que las personas con niños en el hogar tengan que hacer malabares para ocuparse de sus hijos al tiempo que trabajan; una realidad que muchos trabajadores independientes de América Latina y el Caribe vienen enfrentando desde siempre. ¿Cuáles serán los resultados de esta intervención?
Teletrabajo: un concepto en movimiento
Un libro recientemente publicado sobre teletrabajo cuenta que existe una evolución muy interesante de este concepto. Al principio se hablaba de “oficina en el hogar”, ya que el hecho de poder tener tecnología como computadoras e internet en la casa abrió la oportunidad de trabajar fuera de la empresa. Luego se pasó al concepto de “oficina móvil”, ya que los teléfonos celulares, laptops y tabletas permitieron que el teletrabajo no tenga que ser exclusivamente desde el hogar, sino desde cualquier lugar donde haya una conexión a internet o a una red de datos. La última etapa de esta evolución es la “oficina virtual”, que expande el concepto anterior con la aparición de los teléfonos inteligentes y la capacidad de tener información en la nube. Hoy en día, todo lo que necesitamos para teletrabajar entra en la palma de la mano.
Ventajas y desventajas del teletrabajo
El teletrabajo ha sido uno de los temas más destacados en el contexto del coronavirus, ya que muchas empresas han pedido a sus empleados que trabajen desde casa. En este debate hay tres aspectos fundamentales que recogen algunas de las ventajas y desventajas de teletrabajar: los horarios de trabajo, el equilibrio personal-profesional, y la productividad. En primer lugar, a pesar de que da mayor flexibilidad de horarios, el teletrabajo hace más difícil definir de qué hora a qué hora trabajamos, pudiendo tener efectos negativos en nuestra salud mental y física. En segundo lugar, a pesar de que el teletrabajo puede considerarse una herramienta que tiene efectos positivos en el balance entre la vida personal y la vida profesional, también puede terminar teniendo justamente el efecto opuesto si se borran las fronteras entre estos dos ámbitos (sobre todo teniendo en cuenta que, como decíamos más arriba, en esta oportunidad las personas están teletrabajando con sus hijos en casa). En cuanto a productividad, los efectos del teletrabajo dependerán de factores como la agilidad de los sistemas de información y comunicación de la empresa, la cultura corporativa, y la capacidad de los supervisores de apoyar al trabajador.
El teletrabajo ha sido uno de los temas más destacados en el contexto del coronavirus, ya que muchas empresas han pedido a sus empleados que trabajen desde casa. En este debate hay tres aspectos fundamentales : los horarios de trabajo, el equilibrio personal-profesional, y la productividad.
El teletrabajo es un concepto con cada vez más aceptación en América Latina. Un estudio determinó que, antes del coronavirus, Brasil era el país con más empleados trabajando desde sus casas, con 12 millones de teletrabajadores, seguido de México (con 2,6 millones), Argentina (con 2 millones) y Chile (con 500 mil). Ahora bien, teletrabajar en la región hace ver que hay un choque entre dos mundos: el de la tecnología, que permite a muchas personas trabajar de donde sea (siempre que haya conexión a internet), y el de las regulaciones laborales, muchas de ellas conceptualizadas en el siglo XIX (en donde no existía ni se soñaba con las tecnologías que tenemos hoy en día). La quinta entrega de la serie El Futuro del Trabajo en América Latina y el Caribe, justamente, recoge cómo es regulación del teletrabajo en nuestros países y destaca que Colombia es el país más avanzado en este tema.
Teletrabajar en la región hace ver que hay un choque entre dos mundos: el de la tecnología y el de las regulaciones laborales.
Lecciones del coronavirus en materia de teletrabajo
La vida antes y después del coronavirus no va a ser la misma. Una de las grandes lecciones que nos dejará esta experiencia es que muchas personas pueden trabajar de forma remota sin problema con la tecnología existente. Además de eficiencia, el teletrabajo ofrece grandes promesas en otros aspectos. Por ejemplo, puede dar mayor flexibilidad para aquellas personas – muchas veces mujeres – que tienen compromisos familiares y personales (por ejemplo, cuidado de hijos o de adultos mayores) que les impiden trabajar fuera del hogar en horario completo o definido. También permite mayor accesibilidad, ayudando a derribar las barreras estructurales que enfrentan las personas con discapacidad para acceder a un empleo. El hecho de que más personas estén trabajando desde casa en medio de la crisis mundial del coronavirus nos dejará aprendizajes que sin duda marcarán cómo será el teletrabajo en el futuro del trabajo. Si este experimento mundial se implementa de manera efectiva, se demostrará por qué el teletrabajo puede ser una herramienta muy valiosa tanto para la empresa como para el trabajador.


YUVAL NOAH HARARI: EL MUNDO DESPUÉS DE CORONAVIRUS Financial Times, 20 de marzo de 2020 5:00 AM por Yuval Noah Harari


YUVAL NOAH HARARI: EL MUNDO DESPUÉS DE CORONAVIRUS
Financial Times, 20 de marzo de 2020 5:00 AM por Yuval Noah Harari
La humanidad se enfrenta ahora a una crisis global.  Quizás la mayor crisis de nuestra generación.  Es probable que las decisiones que tomen las personas y los gobiernos en las próximas semanas den forma al mundo en los próximos años.  Darán forma no solo a nuestros sistemas de salud, sino también a nuestra economía, política y cultura.  Debemos actuar rápida y decisivamente.  También debemos considerar las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones.  Al elegir entre alternativas, debemos preguntarnos no solo cómo superar la amenaza inmediata, sino también qué tipo de mundo habitaremos una vez que pase la tormenta.  Sí, la tormenta pasará, la humanidad sobrevivirá, la mayoría de nosotros aún viviremos, pero viviremos en un mundo diferente.
Muchas medidas de emergencia a corto plazo se convertirán en un elemento vital.  Esa es la naturaleza de las emergencias.  Los procesos históricos avanzan rápidamente.  Las decisiones que podrían llevar años de deliberación en tiempos normales se aprueban en cuestión de horas.  Se ponen en servicio tecnologías inmaduras e incluso peligrosas porque los riesgos de no hacer nada son mayores.  Países enteros sirven como conejillos de indias en experimentos sociales a gran escala.  ¿Qué sucede cuando todos trabajan desde casa y se comunican solo de forma remota?  ¿Qué sucede cuando se conectan escuelas y universidades enteras?  En tiempos normales, los gobiernos, las empresas y las juntas educativas nunca aceptarían realizar tales experimentos.  Pero estos no son tiempos normales.
En este momento de crisis, enfrentamos dos opciones particularmente importantes.  El primero es entre la vigilancia totalitaria y el empoderamiento ciudadano.  El segundo es entre el aislamiento nacionalista y la solidaridad global.
Vigilancia debajo de la piel.
Para detener la epidemia, poblaciones enteras deben cumplir ciertas pautas.  Hay dos formas principales de lograr esto.  Un método es que el gobierno monitoree a las personas y castigue a quienes infringen las reglas.  Hoy, por primera vez en la historia humana, la tecnología hace posible monitorear a todos todo el tiempo.  Hace cincuenta años, la KGB no podía rastrear a 240 millones de ciudadanos soviéticos las 24 horas del día, ni podía esperar procesar efectivamente toda la información reunida.  La KGB dependía de agentes humanos y analistas, y simplemente no podía encontrar un agente humano para seguir a todos los ciudadanos.  Pero ahora los gobiernos pueden confiar en sensores ubicuos y algoritmos poderosos en lugar de fantasmas de carne y hueso.
·        l Colosseo - Proyecto de cámara web romana en Italia.  por Graziano Panfili
El coliseo en roma
·        Proyecto de cámaras web desde Piazza Beato Roberto hasta Salle Pescara desde Italia.  por Graziano Panfili
·        Piazza Beato Roberto en Pescara ©️ ️ Graziano Panfili

En su batalla contra la epidemia de coronavirus, varios gobiernos ya han implementado las nuevas herramientas de vigilancia.  El caso más notable es China.  Al monitorear de cerca los teléfonos inteligentes de las personas, hacer uso de cientos de millones de cámaras que reconocen la cara y obligar a las personas a verificar e informar sobre su temperatura corporal y condición médica, las autoridades chinas no solo pueden identificar rápidamente portadores sospechosos de coronavirus, sino también rastrear sus movimientos e identificar a cualquier persona con quien haya entrado en contacto.  Una variedad de aplicaciones móviles advierte a los ciudadanos sobre su proximidad a pacientes infectados.

Sobre fotografía
Las imágenes que acompañan a este artículo están tomadas de cámaras web con vistas a las calles desiertas de Italia, encontradas y manipuladas por Graziano Panfili, un fotógrafo que vive bajo confinamiento.
Este tipo de tecnología no se limita al este de Asia.  El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recientemente autorizó a la Agencia de Seguridad de Israel a desplegar tecnología de vigilancia normalmente reservada para combatir a los terroristas para rastrear a los pacientes con coronavirus.  Cuando el subcomité parlamentario pertinente se negó a autorizar la medida, Netanyahu la implementó con un "decreto de emergencia".
Se podría argumentar que no hay nada nuevo en todo esto.  En los últimos años, tanto los gobiernos como las corporaciones han estado utilizando tecnologías cada vez más sofisticadas para rastrear, monitorear y manipular a las personas.  Sin embargo, si no tenemos cuidado, la epidemia podría marcar un hito importante en la historia de la vigilancia.  No solo porque podría normalizar el despliegue de herramientas de vigilancia masiva en países que hasta ahora las han rechazado, sino aún más porque significa una transición dramática de la vigilancia "en la piel" a la vigilancia "debajo de la piel".
Hasta ahora, cuando su dedo tocaba la pantalla de su teléfono inteligente y hacía clic en un enlace, el gobierno quería saber exactamente en qué estaba haciendo clic.  Pero con el coronavirus, el foco de interés cambia.  Ahora el gobierno quiere saber la temperatura de su dedo y la presión arterial debajo de su piel.
El pudin de emergencia
Uno de los problemas que enfrentamos para determinar dónde estamos parados en la vigilancia es que ninguno de nosotros sabe exactamente cómo estamos siendo monitoreados y lo que pueden traer los próximos años.  La tecnología de vigilancia se está desarrollando a una velocidad vertiginosa, y lo que parecía ciencia ficción hace 10 años es una vieja noticia hoy.  Como experimento mental, considere un gobierno hipotético que requiere que todos los ciudadanos usen un brazalete biométrico que controle la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca las 24 horas del día.  Los datos resultantes son atesorados y analizados por algoritmos gubernamentales.  Los algoritmos sabrán que estás enfermo incluso antes de que te des cuenta, y también sabrán dónde has estado y a quién has conocido.  Las cadenas de infección podrían acortarse drásticamente e incluso cortarse por completo.  Tal sistema podría detener la epidemia en cuestión de días.  Suena maravilloso, ¿verdad?
La desventaja es, por supuesto, que esto le daría legitimidad a un nuevo y aterrador sistema de vigilancia.  Si sabe, por ejemplo, que hice clic en un enlace de Fox News en lugar de un enlace de CNN, eso puede enseñarle algo sobre mis puntos de vista políticos e incluso mi personalidad.  Pero si puede controlar lo que le sucede a la temperatura de mi cuerpo, la presión arterial y la frecuencia cardíaca mientras mira el video, puede aprender qué me hace reír, qué me hace llorar y qué realmente me enoja mucho.

Es crucial recordar que la ira, la alegría, el aburrimiento y el amor son fenómenos biológicos al igual que la fiebre y la tos.  La misma tecnología que identifica la tos también podría identificar la risa.  Si las corporaciones y los gobiernos comienzan a recopilar nuestros datos biométricos en masa, pueden llegar a conocernos mucho mejor que nosotros mismos, y no solo pueden predecir nuestros sentimientos, sino también manipularnos y vendernos lo que quieren, ya sea un producto o un político.  El monitoreo biométrico haría que las tácticas de piratería de datos de Cambridge Analytica parezcan algo de la Edad de Piedra.  Imagine a Corea del Norte en 2030, cuando cada ciudadano tiene que usar un brazalete biométrico las 24 horas del día.  Si escuchas un discurso del Gran Líder y el brazalete detecta los signos reveladores de ira, estás listo.

Podría, por supuesto, defender la vigilancia biométrica como una medida temporal tomada durante un estado de emergencia.  Se iría una vez que la emergencia haya terminado.  Pero las medidas temporales tienen el desagradable hábito de sobrevivir a emergencias, especialmente porque siempre hay una nueva emergencia al acecho en el horizonte.  Mi país de origen, Israel, por ejemplo, declaró un estado de emergencia durante su Guerra de Independencia de 1948, que justificó una serie de medidas temporales, desde la censura de prensa y la confiscación de tierras hasta regulaciones especiales para hacer pudines (no es una broma).  La Guerra de la Independencia se ganó hace mucho tiempo, pero Israel nunca declaró que la emergencia había terminado y no había abolido muchas de las medidas "temporales" de 1948 (el decreto de pudín de emergencia fue abolido misericordiosamente en 2011).
Incluso cuando las infecciones por coronavirus caen a cero, algunos gobiernos hambrientos de datos podrían argumentar que necesitan mantener los sistemas de vigilancia biométrica en su lugar porque temen una segunda ola de coronavirus, o porque hay una nueva cepa de Ébola en África central, o por qué ...  Entiendes la idea.  Se ha librado una gran batalla en los últimos años por nuestra privacidad.  La crisis del coronavirus podría ser el punto de inflexión de la batalla.  Para cuando las personas puedan elegir entre privacidad y salud, generalmente elegirán la salud.
La policía de jabón
Pedirle a la gente que elija entre privacidad y salud es, de hecho, la raíz del problema.  Porque esta es una elección falsa.  Podemos y debemos disfrutar tanto de la privacidad como de la salud.  Podemos elegir proteger nuestra salud y detener la epidemia de coronavirus no instituyendo regímenes de vigilancia totalitaria, sino empoderando a los ciudadanos.  En las últimas semanas, Corea del Sur, Taiwán y Singapur han montado algunos de los esfuerzos más exitosos para contener la epidemia de coronavirus.  Si bien estos países han utilizado algunas aplicaciones de seguimiento, se han basado mucho más en pruebas exhaustivas, informes honestos y la cooperación voluntaria de un público con conocimientos.
El monitoreo centralizado y el castigo severo no son la única forma de lograr que las personas sigan pautas beneficiosas.  Cuando las personas son informadas de los hechos científicos, y cuando las personas confían en las autoridades públicas para contarles estos hechos, los ciudadanos pueden hacer lo correcto incluso sin un Gran Hermano que los vigile.  Una población motivada y bien informada es a menudo mucho más poderosa y efectiva que una población ignorante y vigilada.
Considere, por ejemplo, lavarse las manos con jabón.  Este ha sido uno de los mayores avances en higiene humana.  Esta simple acción salva millones de vidas cada año.  Si bien lo damos por sentado, solo en el siglo XIX descubrieron los científicos la importancia del lavado de manos con jabón.  Anteriormente, incluso los médicos y enfermeras procedían de una operación quirúrgica a la siguiente sin lavarse las manos.  Hoy, miles de millones de personas se lavan las manos todos los días, no porque tengan miedo de la policía de jabón, sino porque entienden los hechos.  Me lavo las manos con jabón porque he oído hablar de virus y bacterias, entiendo que estos pequeños organismos causan enfermedades y sé que el jabón puede matarlos.

Pero para lograr ese nivel de cumplimiento y cooperación, necesita confianza.  La gente necesita confiar en la ciencia, confiar en las autoridades públicas y confiar en los medios.  En los últimos años, los políticos irresponsables han socavado deliberadamente la confianza en la ciencia, en las autoridades públicas y en los medios de comunicación.  Ahora, estos mismos políticos irresponsables pueden verse tentados a tomar el camino del autoritarismo, argumentando que simplemente no se puede confiar en que el público haga lo correcto.
Por lo general, la confianza que se ha erosionado a lo largo de los años no se puede reconstruir de la noche a la mañana.  Pero estos no son tiempos normales.  En tiempos de crisis, las mentes también pueden cambiar rápidamente.  Puede tener discusiones amargas con sus hermanos durante años, pero cuando ocurre una emergencia, de repente descubre un depósito oculto de confianza y amistad, y se apresura a ayudarse mutuamente.  En lugar de construir un régimen de vigilancia, no es demasiado tarde para reconstruir la confianza de la gente en la ciencia, las autoridades públicas y los medios de comunicación.  Definitivamente deberíamos hacer uso de las nuevas tecnologías también, pero estas tecnologías deberían empoderar a los ciudadanos.  Estoy totalmente a favor de controlar la temperatura de mi cuerpo y mi presión sanguínea, pero esa información no debería usarse para crear un gobierno todopoderoso.  Más bien, esos datos deberían permitirme tomar decisiones personales más informadas y también responsabilizar al gobierno por sus decisiones.
Si pudiera rastrear mi propia condición médica las 24 horas del día, aprendería no solo si me he convertido en un peligro para la salud de otras personas, sino también qué hábitos contribuyen a mi salud.  Y si pudiera acceder y analizar estadísticas confiables sobre la propagación del coronavirus, podría juzgar si el gobierno me está diciendo la verdad y si está adoptando las políticas adecuadas para combatir la epidemia.  Siempre que la gente hable de vigilancia, recuerde que la misma tecnología de vigilancia generalmente puede ser utilizada no solo por los gobiernos para monitorear a las personas, sino también por las personas para monitorear a los gobiernos.
La epidemia de coronavirus es, por lo tanto, una prueba importante de ciudadanía.  En los próximos días, cada uno de nosotros debería optar por confiar en los datos científicos y los expertos en atención médica en teorías de conspiración infundadas y políticos egoístas.  Si no tomamos la decisión correcta, podemos encontrarnos renunciando a nuestras libertades más preciadas, pensando que esta es la única forma de salvaguardar nuestra salud.
Necesitamos un plan global
La segunda opción importante que enfrentamos es entre el aislamiento nacionalista y la solidaridad global.  Tanto la epidemia como la crisis económica resultante son problemas globales.  Solo se pueden resolver de manera efectiva a través de la cooperación global.

En primer lugar, para vencer al virus, necesitamos compartir información a nivel mundial.  Esa es la gran ventaja de los humanos sobre los virus.  Un coronavirus en China y un coronavirus en los Estados Unidos no pueden intercambiar consejos sobre cómo infectar a los humanos.  Pero China puede enseñar a los Estados Unidos muchas lecciones valiosas sobre el coronavirus y cómo tratarlo.  Lo que un médico italiano descubre en Milán a primera hora 
de la mañana podría salvar vidas en Teherán al anochecer.  Cuando el gobierno del Reino Unido duda entre varias políticas, puede tomar el consejo de los coreanos que ya se han enfrentado a un dilema similar hace un mes.  Pero para que esto suceda, necesitamos un espíritu de cooperación y confianza global.

En los próximos días, cada uno de nosotros debería optar por confiar en datos científicos y expertos en atención médica en lugar de teorías de conspiración sin fundamento y políticos egoístas.

Los países deberían estar dispuestos a compartir información abiertamente y buscar consejo humildemente y deberían poder confiar en los datos y las percepciones que reciben.  También necesitamos un esfuerzo global para producir y distribuir equipos médicos, especialmente kits de prueba y máquinas respiratorias.  En lugar de que cada país intente hacerlo localmente y atesore cualquier equipo que pueda obtener, un esfuerzo global coordinado podría acelerar en gran medida la producción y garantizar que el equipo que salva vidas se distribuya de manera más justa.  Así como los países nacionalizan industrias clave durante una guerra, la guerra humana contra el coronavirus puede requerir que "humanicemos" líneas de producción cruciales.  Un país rico con pocos casos de coronavirus debería estar dispuesto a enviar equipos preciosos a un país más pobre con muchos casos, confiando en que, si más tarde necesita ayuda, otros países acudirán en su ayuda.
Podríamos considerar un esfuerzo global similar para agrupar al personal médico.  Los países menos afectados en la actualidad podrían enviar personal médico a las regiones más afectadas del mundo, tanto para ayudarlos en su momento de necesidad como para obtener una valiosa experiencia.  Si más tarde en el foco de los cambios epidémicos, la ayuda podría comenzar a fluir en la dirección opuesta.
La cooperación global también es vital en el frente económico.  Dada la naturaleza global de la economía y las cadenas de suministro, si cada gobierno hace lo suyo sin tener en cuenta a los demás, el resultado será un caos y una crisis cada vez más profunda.  Necesitamos un plan de acción global, y lo necesitamos rápido.
Otro requisito es llegar a un acuerdo global sobre viajes.  Suspender todos los viajes internacionales durante meses causará enormes dificultades y dificultará la guerra contra el coronavirus.  Los países deben cooperar para permitir que al menos un goteo de viajeros esenciales continúe cruzando fronteras: científicos, médicos, periodistas, políticos, hombres de negocios.  Esto puede hacerse llegando a un acuerdo global sobre la preselección de viajeros por su país de origen.  Si sabe que solo los viajeros cuidadosamente seleccionados fueron permitidos en un avión, estaría más dispuesto a aceptarlos en su país.
Desafortunadamente, los países de hoy casi no hacen nada de esto.  Una parálisis colectiva se ha apoderado de la comunidad internacional.  Parece que no hay adultos en la habitación.  Uno esperaría ver una reunión de emergencia de líderes mundiales hace unas semanas para desarrollar un plan de acción común.  Los líderes del G7 lograron organizar una videoconferencia solo esta semana, y no dio lugar a ningún plan de este tipo.
En crisis mundiales anteriores, como la crisis financiera de 2008 y la epidemia de ébola de 2014, Estados Unidos asumió el papel de líder mundial.  Pero la actual administración estadounidense ha abdicado del trabajo del líder.  Ha dejado muy claro que le importa mucho más la grandeza de los Estados Unidos que el futuro de la humanidad.
Esta administración ha abandonado incluso a sus aliados más cercanos.  Cuando prohibió todos los viajes desde la UE, no se molestó en avisar a la UE ni siquiera por adelantado, y mucho menos consultar a la UE sobre ese movimiento drástico.  Escandalizó a Alemania presuntamente ofreciendo mil millones de dólares a una compañía farmacéutica alemana para comprar los derechos de monopolio de una nueva vacuna Covid-19.  Incluso si la administración actual eventualmente cambia de táctica y elabora un plan de acción global, pocos seguirían a un líder que nunca es responsable, que nunca admite errores y que habitualmente toma todo el crédito por sí mismo mientras deja toda la culpa a los demás.
Si el vacío dejado por EE. UU. EE. UU. No lo llenan otros países, no solo será mucho más difícil detener la epidemia actual, sino que su legado continuará envenenando las relaciones internacionales en los próximos años.  Sin embargo, cada crisis es también una oportunidad.  Debemos esperar que la epidemia actual ayude a la humanidad a darse cuenta del grave peligro de la desunión global.
La humanidad necesita tomar una decisión.  ¿Caminaremos por el camino de la desunión, o adoptaremos el camino de la solidaridad global?  Si elegimos la desunión, esto no solo prolongará la crisis, sino que probablemente conducirá a catástrofes aún peores en el futuro.  Si elegimos la solidaridad global, será una victoria no solo contra el coronavirus sino contra todas las futuras epidemias y crisis que podrían asaltar a la humanidad en el siglo XXI.

Yuval Noah Harari es el autor de "Sapiens", "Homo Deus" y "21 lecciones para el siglo XXI".
Copyright ©️ ️ Yuval Noah Harari, 2020Derechos de autor The Financial Times Limited.




martes, 24 de marzo de 2020

En referencia al Coronavirus COVID-19


RED GLOBAL DE MENTORES
En referencia al Coronavirus COVID-19

Siempre creí que un mentor era mejor mentor cuantos más años había vivido.
Luego comprendí que un mentor es mejor mentor cuanto mayor es su capacidad de aprender de los momentos que le hace vivir la vida.
 Todos somos libres de elegir si frente a un acontecimiento, como puede ser el diagnóstico de una enfermedad, la pérdida de un ser querido, la separación matrimonial, como también haber concretado un logro como el nacimiento de un hijo, el ganar un premio, la experiencia de realizar el viaje soñado… Todos somos libres de reflexionar sobre esos sucesos y generar un aprendizaje. Un aprendizaje que si nos aleja de “la avaricia, el odio, la envidia, el rencor,”… nos hará crecer espiritualmente haciéndonos más seres humanos.
​Cada uno de nosotros, cada 365 días, cumplimos un año en nuestra vida terrenal. Pero solo cumplimos años en nuestra vida espiritual, cuando generamos un aprendizaje que reduce nuestras mezquindades y nos hace más seres humanos.
Ahora. ¿Qué podemos aprender de esta situación que este Virus nos está haciendo Vivir?
Muchas cosas…
1.- La toma de consciencia que somos mortales, que tenemos un tiempo finito en esta vida terrenal y que tenemos que trabajar el miedo a la muerte.
2.- El que no solo debemos prestar atención en la cantidad de tiempo que viviremos, sino en la calidad del tiempo que viviremos y esto tienen que ver con saber cuál es el propósito de nuestra vida, cual es nuestra vocación, nuestros valores, nuestros principios, … y vivir cada día apoyados en ellos.
3.- En Reflexionar cómo estamos impactando sobre las personas que nos rodean cuando tomamos las decisiones que tomamos. Entender que el ser cooperativo es una opción válida para reemplazar al ser competitivo. 
4.- En Reflexionar cómo estamos impactando en el medio ambiente al vivir como vivimos. Que huella de carbono estamos generando en cada actividad que realizamos. Entender que más del 36% de muertes en el mundo son a causa de la contaminación ambiental que entre todos generamos.
Este es un momento obligado que la vida nos está haciendo vivir para conectarnos con nuestra familia, con nosotros mismos. Un momento para volver a escuchar esa música que nos trae lindos recuerdos, en volver a ver esa película por decimoquinta vez que nos genera emociones, en cocinar esa comida que tanto nos gusta, en sacar de nuestro vestidor todo lo que ya no usamos para poder darle un mejor destino, en acomodar los souvenirs y las fotos de los viajes para reflotar esos recuerdos inolvidables,…
Y sobre todo agradecer por nuestras vidas y pedir por los que no lo pueden hacer.


Quizás, esta experiencia pueda resultar agradable para vos y más adelante, cuando todo esto pase, puedas adquirir el hábito de volver a hacerlo. No por obligación del gobierno, sino por una decisión propia para generar un bienestar espiritual, para escaparnos por algunos momentos de la carrera que nuestro ego nos hace transitar por querer satisfacer sus propósitos materiales, su propósito de reconocimiento y validación. Esa carrera que nos pone como objetivo correr más rápido sin poder ver dónde está la bandera a cuadro.
 Así que puedes elegir vivir estos días enviando memes, riéndote de la situación, transgrediendo las reglas del bloqueo, …
Pero no pierdas la oportunidad de reflexionar, no pierdas la oportunidad para conectarte con vos mismo y poder sentir lo que tu mente y tu alma te trae. No pierdas la oportunidad de generar sabiduría, no pierdas la oportunidad de crecer como MENTOR.
​Alejandro Motta
Presidente RGM
23 | Marzo | 2020

viernes, 20 de marzo de 2020

Growth Management


Growth Management: 4 roles y competencias para potenciar eficazmente el crecimiento de personas, equipos y organizaciones.


De la orientación a los objetivos, a la orientación a las personas
Más de 20 años de investigación, desarrollo y práctica, han permitido potenciar internacionalmente el Growth Management® como un modelo alternativo al Management más tradicional, fundamentalmente orientado a los objetivos.
En un entorno global y altamente dinámico, el Growth Management® pone definitivamente el foco en las personas, proporcionando a los líderes un potente marco teórico, científico y metodológico que llevar a la práctica a través de 4 roles y competencias específicamente diseñadas para crecer y hacer crecer desde el cambio como oportunidad.


El líder como Growth Manager®
Los líderes se transforman en auténticos Growth Managers®, desarrollando nuevas habilidades e incorporando en su día a día modelos estratégicos y herramientas prácticas que les permiten:

1.     Identificar, gestionar y desarrollar eficazmente el talento de sus colaboradores (Growth Talent® Consultant).
2.     Manejar conversaciones y procesos poderosamente transformadores (Growth Coach®).
3.     Liderar desde las fortalezas individuales y colectivas (Growth Leader®)
4.     Y acompañar a sus equipos hasta un nivel superior (Growth Team® Mentor).

El Growth Manager® es un líder que cree firmemente en el potencial de sus colaboradores y que ejerce eficazmente en la práctica para crear un auténtico gran equipo de personas comprometidas, competentes y felices. Es así como logra resultados extraordinarios.

El modelo y la metodología
Se genera una dinámica de desarrollo de los 4 nuevos roles y competencias, potenciando el crecimiento de los líderes, y a través de estos, de sus equipos y de la organización en general.

La implementación
El Growth Management® como modelo, se implementa en las organizaciones metodológicamente y en cascada.
Desde su nuevo perfil, los Growth Managers® impactan sobre toda la organización, potenciando el desarrollo de una dinámica altamente eficaz, saludable, sólida y sostenible.
Se logra hacer del cambio una gran ventaja competitiva.


La proyección
Miles de líderes ya se han convertido en auténticos Growth Managers® capaces de llevar a sus equipos hasta un nivel superior.
Consultores y coaches certificados en más de 20 países del mundo, ayudan a los líderes a aplicar con éxito el Growth Management® en empresas que apuestan por crecer desde las personas.
Descubre ¡cómo lo están logrando!

The Growth Management Science © 2020.  Ignacio Bernabé
·        Sede Principal
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martes, 17 de marzo de 2020

¿Qué se necesita para ser Mentor?


¿Qué se necesita para ser un Mentor?


Partiendo del postulado: «Diálogo, un descubrimiento al cual se llega en pareja», podemos deducir las condiciones requeridas para ser un Mentor, las cuales podemos sintetizar así:
  1. Para ser un mentor se requiere ser y estar en el mundo como un Ser en transformación constante, que sabe que él ha recorrido por senderos que le aportaron una cosmovisión, nacida de un flujo de la vida, el cual le desplegó un cierto nivel de conocimiento relevante y una experiencia significativa, la cual se puede poner al servicio de otros y estar dispuesto a hacerlo.
  2. Para ser un mentor es imprescindible conectar con la naturaleza humana y entrar en sintonía con el devenir de los mentorados   y sus entornos, en estado de entrelazamiento dinámico.
  3. Para ser un mentor es necesario, con la participación proactiva del mentorado, superar el determinismo que despoja de la creatividad y de la capacidad de asombro y de maravilla y, por tanto, traducir el conocimiento y la experiencia adquiridas desde el abrazo a la incertidumbre, como fuente generadora de todas las posibilidades.
  4. Para ser un mentor es indispensable prepararse a consciencia para ejercer la actividad profesional de la mentoría, incorporando la metodología y las herramientas que se asocian al aprendizaje significativo, desarrollador y transformador, fuente y razón de ser de la mentoría, y del Mentoring como estrategia de soporte de este ejercicio profesional.
  5. Para ser un mentor es importante el dominio de las paráfrasis estratégicas que nacen del desde dónde (Imagen), a dónde (Sistemas), y por donde (Energía), se alcanzan los resultados (Realizaciones) por parte del mentorado.

¿Quién es un Mentor?


¿Quién es un Mentor?

«Si quieres ver aprende a obrar». Heinz Von Foerster

Cada vez que emprendemos nuevos caminos nos encontramos con una serie de posibilidades, las cuales nos llevan a arranques bifásicos, en los cuales se da una perfecta simetría entre lo interno y lo externo. De allí que muchas veces nos encontramos que nuestros modos de actuar resultan disfuncionales, rígidos y redundantes, en relación con la realidad.
El comportamiento disfuncional es la reacción que la persona cree mejor para una situación determinada; así, «el problema existe precisamente en virtud de lo que se ha hecho para intentar resolverlo».
La solución intentada disfuncional sustituida por una solución funcional se convierte en la clave para estudiar las «trampas» –mentales, emotivas, relacionales– en las que incurre el ser humano y al mismo tiempo sirve para determinar los estímulos estratégicos del cambio, «conocer los problemas a través de su solución».
Y todo lo anterior lo ha vivido el ser humano que decide ser un mentor. Y es desde esta posición que nace su autoridad moral para actuar con el mentorado.
Por tanto:
  1. Un Mentor es un Ser humano que, desde la cosmovisión que nace en el paradigma participativo, cree en los procesos de creación de la realidad, más que en realidades fijas y ‘’objetivas’’.
  2. Por ello el Mentor, desde su experiencia, extrae aprendizajes de lo vivido, y los convierte en mapas de territorios   a caminar y a descubrir por otros, desde las posibilidades ilimitadas que surgen de un danzar conversacionalmente con aquellos con quien los comparte generosamente, si ellos están dispuestos a discurrir por esos escenarios, buscando que el Mentorado esté plenamente presente en la búsqueda de significados y de propósitos, generadores de su papel participativo en la creación de su propio futuro, como un flujo de posibilidades.
  3. El Mentor, es un faro y un guía que, con mente de principiante, sabe que la realidad se recrea constantemente a sí misma, en una danza de movimiento inexorable, y por ello cuida y apoya a un Mentorado en el proceso de desarrollo de su potencial de aprendizaje y en el despliegue de sus habilidades y destrezas, de acuerdo con sus intereses específicos, mediante una relación colaborativa, que le ayuda a tomar decisiones mejor informadas y a actuar de manera proactiva y productiva, para lograr objetivos inmediatos y futuros.
  4. Llamamos Mentor a la persona que, con base en su propia experiencia, sabe que el cambio es actuado, y que el presente revierte en el pasado, al mismo tiempo que el presente allana el camino del futuro, y por ello decide ayudar, guiar e iluminar el camino de otros, desde lo profesional, formativo y personal para alimentar el conocimiento y promover la acción por comprensión.
  5. Un Mentor es un Ser Humano que conoce y comprende la estructura del dialogo estratégico, y desde esta comprensión guía a su mentorado a una nueva manera de «sentir» en torno a la situación problémica y a cambiar sus «reacciones», descubriendo, desde nuevas «percepciones», sus recursos para actuar con la certeza de que, después de cada cambio o resultado obtenido, se hace necesario proceder a una redefinición del cambio mismo y de la situación en evolución.

lunes, 16 de marzo de 2020

Certificaciones en Mentoría. https://www.rgmentores.org/

https://www.rgmentores.org/


¿Quieres certificarte como MENTOR?  -  Aquí tienes todas las posibilidades:
La Red Global de Mentores generó estas categorías de JERARQUIZACIÓN 
para que puedas ir en busca de ellas y de esa forma validar y evidenciar tu
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