lunes, 28 de febrero de 2011

LAS TRES CONDICIONES

“Érase una vez un joven que se lamentaba de su vida y de su suerte. No sabía cómo hacer para seguir adelante y estaba a punto de rendirse, harto de luchar, porque, según se podía oír entre sollozo y sollozo, cada vez que solucionaba un problema aparecía otro.

Pasaba por allí una bruja muy sabia y generosa que a muchos había ayudado. Al oír al muchacho no pudo más que decirle: Ven conmigo, quiero mostrarte algo.

Así, la bruja se llevó al muchacho hasta una gran cocina. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego. El agua se calentó y empezó a hervir, momento en el que la bruja colocó en la primera olla unas zanahorias; en la segunda, unos huevos, y en la tercera, un puñado de granos de café. Luego esperó durante un rato sin decir palabra.

Veinte minutos después la bruja apagó el fuego y sacó las zanahorias de la primera olla y las colocó en un plato.

Lo mismo hizo con los huevos y el café, aunque éste lo puso en una taza. La bruja miró al joven y le preguntó:

— ¿Qué es lo que tenemos en estos dos platos y esta taza?
—Zanahorias, huevos y café —dijo el muchacho pensando que la vieja bruja se había vuelto loca.
La bruja le pidió que se acercara y que tocase la zanahoria.
— ¡Está blanda! — dijo el joven.
Luego le pidió que tratara de romper el huevo.
— ¡Está duro! — dijo sorprendido.
Luego le pidió que tomase la taza de café.
— ¡Está bueno! — dijo disfrutando del sabor y del aroma—. Pero ¿qué significa todo esto? ¿Qué tiene que ver con mis problemas?

La bruja le miró, dibujó una media sonrisa en su rostro y dijo:

Zanahorias, huevos y café se han enfrentado al mismo problema, el agua hirviendo. Una misma adversidad y sin embargo diferentes maneras de reaccionar ante ella. La orgullosa zanahoria llegó fuerte, dura. Pero el agua hirviendo la ablandó. Se ha convertido en algo débil, fácil de deshacer. Por el contrario, el huevo ha llegado frágil y el agua hirviendo ha endurecido su interior. Y el café, ése sí que es extraordinario, porque ha cambiado el agua. Elige cuál quieres ser y no olvides que cada adversidad es una ocasión para cambiar las cosas y construir tu carácter”.

Esperamos disfruten la elección y la hagan vida en el día a día.

LA LEYENDA DEL DESALIENTO

La primera versión:

“Cuenta la leyenda que un día Dios mandó llamar al diablo y cuando éste compareció le dijo: Son tantas las plegarias que me hacen para que aquiete tu fuerza que he decidido privarte de todos tus poderes menos de uno. Elige, pues, aquel que quieras conservar. El diablo se puso triste, podía escoger sólo un poder para hacer todo el mal posible. Después de pensar, Satanás hizo una mueca y dijo satisfecho: Me quedo con el poder de desalentar a los hombres. Con eso me basta”.

La segunda versión:

“Cierta vez se corrió la voz que el diablo se retiraba de los negocios y vendía sus herramientas al mejor postor. En la noche de la venta, estaban todas las herramientas dispuestas de forma que llamaran la atención, y por cierto eran un lote siniestro: odio, celos, envidia, malicia, engaño... además de todos los implementos del mal. Pero un tanto apartado del resto, había un instrumento de forma inofensiva, muy gastado, como si hubiese sido usado muchísimas veces y cuyo precio, sin embargo, era el más alto de todos. Alguien le preguntó al diablo cual era el nombre de la herramienta. "Desaliento" fue la respuesta. "¿Por qué su precio es tan alto?" le preguntaron. “Porque ese instrumento -respondió el diablo- me es más útil que cualquier otro; puedo entrar en la conciencia de un ser humano cuando todos los demás me fallan, y una vez adentro, por medio del desaliento, puedo hacer de esa persona lo que se me antoja. Está muy gastado porque lo uso casi con todo el mundo, y como muy pocas personas saben que me pertenece, puedo abusar de él… El precio de desaliento era tan, pero tan alto que aún sigue siendo propiedad del diablo”…

Amigas y Amigos: Piensan ustedes que ¿Puede existir un arma más peligrosa que el desaliento? El desaliento acaba con todos los buenos propósitos, con el amor, la fe, el hogar, el trabajo y muchas tantas cosas más… El desaliento es uno de los múltiples estados de ánimo negativos contra el cuál hay que fortalecerse. Nos desalentamos con nuestra pareja, nuestros hijos, nuestra familia, la situación económica, nuestro trabajo, con los integrantes de los grupos a los cuales pertenecemos, con el engaño, con la mentira, con el desamor de aquellos a quienes amamos, y así sin parar.

Recordemos que el problema no está en las dificultades, las cuales para el ser vital son retos, sino en el pesimismo y la desmoralización que nacen del desaliento. Se puede presagiar el fracaso cuando alguien se deja abatir por el desaliento, permite en su vida el desánimo y deja de luchar.

De allí que durante el 2011 cuida de tu fe, aviva el amor y trabaja en el mundo de la posibilidad, para perseverar siempre y no decaer jamás. Trabaja con ganas y vencerás el demonio del desaliento.


Feliz año 2011. Sus Amigos de Coaching Management Consultants S.A.S