miércoles, 11 de marzo de 2020

Despertar mi propio sanador interior


ANTE LA NECESIDAD DE ‘’RECORDAR’’
Y despertar  a mi  propio  sanador  interior,
El cual constituye la   base  de  toda  transformación
Mis reflexiones en torno al idx: CA PSA  6 G: 3+3 …pT3AN0 M0 R0 -0/16 … G: 3+4.
En la claridad de una mente serena hay espacio para todo lo que ocurre en cada momento, y también para lo que pueda ser posible. Ram Dass
I.                 UNA MIRADA DESDE LA RACIONALIDAD.
¿Somos seres materiales en busca de espiritualidad?...
PRIMER MOMENTO:
El médico Luis Chiozza, en la introducción de su libro ¿Por qué enfermamos? Afirma: ‘’La gran mayoría de la comunidad civilizada interpreta que enfermar es sufrir un proceso que la ciencia concibe como el producto de una causa. Un proceso de cuyo tratamiento se ocupan los médicos.
Solemos enfermar de dos maneras. Una, aguda, que es transitoria y breve, y otra, crónica, más prolongada y lenta, que puede progresar, detenerse o retroceder a veces hasta la curación completa. El curso de las enfermedades puede ser benigno o maligno, y las molestias o los sufrimientos que ocasionan pueden ser leves o graves.
Sentimos la necesidad de un médico cuando creemos, con razón o sin ella, que alguien a quien queremos o debemos cuidar, alguien que podemos ser nosotros mismos, se ha enfermado de algo que no se alivia o no se cura solo…
Debemos ahora aclarar una cuestión. Los antiguos distinguían tres formas del saber. Aquello que se sabe por lo que se dice (scire), aquello que se sabe porque se lo ha saboreado alguna vez (sapere) y aquello que se sabe porque se lo ha probado muchas veces, se lo ha experimentado (experior). Corresponden a la diferencia que existe entre inteligir, comprender y creer. Suelen quedar simbolizadas por el cerebro, que alude al intelecto, el corazón, que alude al sentimiento y el hígado, que alude a una capacidad práctica que se manifiesta en la voluntad y determina la cualidad que denominamos experiencia’’.
Y lo que voy a hacer a partir de este momento es narrar un poco de mi experiencia, en la idea de que al escribirla (scire) lograré llegar al sapere en torno al para qué estoy experimentando (experior) lo que estoy viviendo…
‘’Fenómenos biológicos interrelacionados pueden interpretarse en términos de una intencionalidad ecosistémica’’ …

Mi vida y mi salud transcurrían normalmente, hasta el 24/07/2019, 10.13 am, cuando el urólogo con el cual estoy en cita de rutina, sin que yo tenga síntomas diferentes a una vejiga hiperactiva, ordena una ultrasonografía de abdomen total, hígado, páncreas, vesícula, vías biliares, riñones, bazo, antígeno específico de próstata por quimioluminiscencia y otros exámenes más.
Lejos de sospechar que está pensando el médico, inicio un recorrido que el 5/11/19 esta convertido en biopsia de próstata ecodirigida.
Y el 11/11/19 el informe de patología confirma lo que el médico, a ojo clínico, ya había detectado como focos atípicos de estromas fibromusculares, con focos de infiltrado inflamatorio crónico agudo.
Se inicia en consecuencia una profundización diagnóstica mediante la solicitud de  inmunohistoquímica para CK APM, P63 racemasa y se descubre compromiso por adenocarcinoma de próstata patrón gleason 3+3=6 con el 10% del lóbulo izquierdo y el 90% del lóbulo derecho comprometidos. (dx: Ca. Próstata localizado).
Para cerciorarse de la existencia de un bajo riego el médico ordena gammagrafía ósea corporal total, tomografía computarizada de abdomen y pelvis abdomen total.
El 29/11/2019, a las 10:38 am, el urólogo escribe en su folio de diagnóstico: C61X tumor maligno de la próstata y entonces me plantea el panorama de un Tratamiento que por ahora él considera de ‘’Bajo Riesgo’’ (Ca. Próstata localizado) APE <=6 Estadio Clínico T1 a T2a
El Tratamiento Médico-quirúrgico por él propuesto pasa por las siguientes alternativas:
·       § Prostactectomía radical (abierta, laparoscópica o robótica)
·       O § Radioterapia externa 38 a 42 sesiones, una diaria
·       O § Radioterapia estereotáctica hipofraccionada 5 a 10 sesiones
·       O § Vigilancia activa con monitoreo con APE (cada 3 meses).
·       O § Biopsias periódicas (semestrales)
‘’El saber de un modo intelectual puede llevar a sentir auténticamente lo que se ha adquirido, y el comprender de esta última manera puede conducirnos a creer con ese convencimiento que nos lleva a disponer la vida entera de acuerdo con aquello que hemos comprendido. Pero este camino, que es largo y es difícil, este camino que nos conduce a un cambio, no siempre se recorre...
Desde mi práctica profesional como Coach Ontológico me había enfrentado a clientes que habían sido diagnosticados con cáncer y me había referido varias veces al cáncer como un desajuste entre la mente, el cuerpo y el espíritu y… ahora era yo el que era confrontado con mis propias apreciaciones.  
Que difícil me resultó tragarme, en el consultorio médico, mi propia medicina: ¿Cuáles eran mis desajustes?... Llevo una buena la dieta, mi estilo de vida es coherente y consecuente con aquello en lo cual creo, mis pensamientos y mi estado de ánimo están orientados a la transformación... ¿entonces?... mucho tendría por trabajar…
Me sentí como si hubiera sido traicionado por mi propio cuerpo y me sonreí, pensando que si yo soy un ser material en busca de la espiritualidad allí estaba mi mejor pretexto para saber si había avanzado o no en la tarea, y por ello decidí que iba a navegar con naturalidad por las turbulentas aguas a las que me arrojaba esta situación denominada cancerígena.
Había leído sobre el tema del cáncer… desde lo científico y desde lo esotérico… tenía por tanto referentes conceptuales suficientes y también los tenía emocionales, a partir de lo que sentí cuando diez años atrás a mi esposa le diagnosticaron un melanoma de piel, que clínicamente podía ser mortal, si no estaba encapsulado…
De sobra había vivido, en aquel entonces, lo que el neurólogo David Simon escribió en su libro ¿Qué hacer cuando el diagnóstico es cáncer? …
‘’Te informan que tienes cáncer y, en ese mismo instante, te cambia la vida. Un torrente de sentimientos inunda la conciencia. Incredulidad, consternación, angustia y terror pugnan por dominarla, con una perturbadora emoción que se transforma en otra sin solución de continuidad, sin fronteras claras.
Cada uno de esos sentimientos enmascara una emoción mucho más primordial: temor. Temor al dolor, a la desfiguración, a la dependencia, la lamentación, la pérdida..., temor a la muerte.
Y junto con la activación de esa emoción básica, surge una cascada química de hormonas del estrés, el resultado de millones de años de evolución, que inunda tu cuerpo y te impulsa a luchar o a huir’’.
Pero escuchando al urólogo informarme sobre mi propio diagnostico sentí que el sufrimiento anímico es una consecuencia (patoneurótica) de la enfermedad del cuerpo y por ello no resoné plenamente con lo afirmado por Simon, pues lo que vino a mi mente fue que ‘’si comprendemos que todo lo que hacemos, sentimos y pensamos contribuye al bienestar y refuerza el proceso de curación’’, en mi estaba enfrentar la situación y curarme.
Simplemente pensé y concluí: ‘’afrontar mi mortalidad me ofrece una ventana de acceso a mi inmortalidad’’…

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