ANTE LA NECESIDAD DE ‘’RECORDAR’’
Y despertar a mi
propio sanador interior,
El cual constituye la base
de toda transformación
Mis reflexiones en torno al idx: CA PSA 6 G: 3+3 …pT3AN0 M0 R0 -0/16 … G: 3+4.
En
la claridad de una mente serena hay espacio para todo lo que ocurre en cada
momento, y también para lo que pueda ser posible. Ram Dass
I.
UNA MIRADA DESDE LA RACIONALIDAD.
¿Somos seres materiales en busca de espiritualidad?...
PRIMER
MOMENTO:
El médico Luis
Chiozza, en la introducción de su libro ¿Por qué enfermamos? Afirma: ‘’La gran mayoría de la comunidad civilizada
interpreta que enfermar es sufrir un proceso que la ciencia concibe como el producto de una causa. Un
proceso de cuyo tratamiento se ocupan los médicos.
Solemos enfermar de dos maneras. Una, aguda,
que es transitoria y breve, y otra, crónica, más prolongada y lenta, que puede
progresar, detenerse o retroceder a veces hasta la curación completa. El curso
de las enfermedades puede ser benigno o maligno, y las molestias o los
sufrimientos que ocasionan pueden ser leves o graves.
Sentimos la necesidad de un médico cuando
creemos, con razón o sin ella, que alguien a quien queremos o debemos cuidar,
alguien que podemos ser nosotros mismos, se ha enfermado de algo que no se
alivia o no se cura solo…
Debemos ahora aclarar una cuestión. Los
antiguos distinguían tres formas del saber. Aquello que se sabe por lo que se
dice (scire), aquello que se sabe porque se lo ha saboreado alguna vez (sapere)
y aquello que se sabe porque se lo ha probado muchas veces, se lo ha
experimentado (experior). Corresponden a la diferencia que existe entre
inteligir, comprender y creer. Suelen quedar simbolizadas por el cerebro, que
alude al intelecto, el corazón, que alude al sentimiento y el hígado, que alude
a una capacidad práctica que se manifiesta en la voluntad y determina la
cualidad que denominamos experiencia’’.
Y lo que voy a hacer a partir de
este momento es narrar un poco de mi experiencia, en la idea de que al
escribirla (scire) lograré llegar al sapere en torno al para qué estoy
experimentando (experior) lo que
estoy viviendo…
‘’Fenómenos
biológicos interrelacionados pueden interpretarse en términos de una
intencionalidad ecosistémica’’ …
Mi
vida y mi salud transcurrían normalmente, hasta el 24/07/2019, 10.13 am, cuando
el urólogo con el cual estoy en cita de rutina, sin que yo tenga síntomas diferentes
a una vejiga hiperactiva, ordena una ultrasonografía de abdomen total, hígado,
páncreas, vesícula, vías biliares, riñones, bazo, antígeno específico de
próstata por quimioluminiscencia y otros exámenes más.
Lejos
de sospechar que está pensando el médico, inicio un recorrido que el 5/11/19
esta convertido en biopsia de próstata ecodirigida.
Y
el 11/11/19 el informe de patología confirma lo que el médico, a ojo clínico,
ya había detectado como focos atípicos de estromas fibromusculares, con focos
de infiltrado inflamatorio crónico agudo.
Se
inicia en consecuencia una profundización diagnóstica mediante la solicitud
de inmunohistoquímica para CK APM, P63
racemasa y se descubre compromiso por adenocarcinoma de próstata patrón gleason
3+3=6 con el 10% del lóbulo izquierdo y el 90% del lóbulo derecho comprometidos.
(dx: Ca. Próstata localizado).
Para
cerciorarse de la existencia de un bajo riego el médico ordena gammagrafía ósea
corporal total, tomografía computarizada de abdomen y pelvis abdomen total.
El
29/11/2019, a las 10:38 am, el urólogo escribe en su folio de diagnóstico: C61X
tumor maligno de la próstata y entonces me plantea el panorama de un Tratamiento
que por ahora él considera de ‘’Bajo Riesgo’’ (Ca. Próstata localizado) APE
<=6 Estadio Clínico T1 a T2a
El Tratamiento Médico-quirúrgico
por él propuesto pasa por las siguientes alternativas:
·
§
Prostactectomía radical (abierta, laparoscópica o robótica)
·
O §
Radioterapia externa 38 a 42 sesiones, una diaria
·
O §
Radioterapia estereotáctica hipofraccionada 5 a 10 sesiones
·
O §
Vigilancia activa con monitoreo con APE (cada 3 meses).
·
O §
Biopsias periódicas (semestrales)
‘’El saber de un modo intelectual puede
llevar a sentir auténticamente lo que se ha adquirido, y el comprender de esta
última manera puede conducirnos a creer con ese convencimiento que nos lleva a
disponer la vida entera de acuerdo con aquello que hemos comprendido. Pero este
camino, que es largo y es difícil, este camino que nos conduce a un cambio, no
siempre se recorre...
Desde
mi práctica profesional como Coach Ontológico me había enfrentado a clientes
que habían sido diagnosticados con cáncer y me había referido varias veces al
cáncer como un desajuste entre la mente, el cuerpo y el espíritu y… ahora era
yo el que era confrontado con mis propias apreciaciones.
Que
difícil me resultó tragarme, en el consultorio médico, mi propia medicina:
¿Cuáles eran mis desajustes?... Llevo una buena la dieta, mi estilo de vida es
coherente y consecuente con aquello en lo cual creo, mis pensamientos y mi
estado de ánimo están orientados a la transformación... ¿entonces?... mucho tendría por trabajar…
Me
sentí como si hubiera sido traicionado por mi propio cuerpo y me sonreí, pensando
que si yo soy un ser material en busca de la espiritualidad allí estaba mi
mejor pretexto para saber si había avanzado o no en la tarea, y por ello decidí
que iba a navegar con naturalidad por las turbulentas aguas a las que me
arrojaba esta situación denominada cancerígena.
Había
leído sobre el tema del cáncer… desde lo científico y desde lo esotérico… tenía
por tanto referentes conceptuales suficientes y también los tenía emocionales, a
partir de lo que sentí cuando diez años atrás a mi esposa le diagnosticaron un melanoma
de piel, que clínicamente podía ser mortal, si no estaba encapsulado…
De
sobra había vivido, en aquel entonces, lo que el neurólogo David Simon escribió
en su libro ¿Qué hacer cuando el diagnóstico es cáncer? …
‘’Te
informan que tienes cáncer y, en ese mismo instante, te cambia la vida. Un
torrente de sentimientos inunda la conciencia. Incredulidad, consternación,
angustia y terror pugnan por dominarla, con una perturbadora emoción que se
transforma en otra sin solución de continuidad, sin fronteras claras.
Cada uno
de esos sentimientos enmascara una emoción mucho más primordial: temor. Temor
al dolor, a la desfiguración, a la dependencia, la lamentación, la pérdida...,
temor a la muerte.
Y junto
con la activación de esa emoción básica, surge una cascada química de hormonas
del estrés, el resultado de millones de años de evolución, que inunda tu cuerpo
y te impulsa a luchar o a huir’’.
Pero
escuchando al urólogo informarme sobre mi propio diagnostico sentí que el
sufrimiento anímico es una consecuencia (patoneurótica) de la enfermedad del
cuerpo y por ello no resoné plenamente con lo
afirmado por Simon, pues lo que vino a mi mente fue que ‘’si comprendemos que todo lo que hacemos, sentimos y pensamos contribuye
al bienestar y refuerza el proceso de curación’’, en mi estaba enfrentar la
situación y curarme.
Simplemente
pensé y concluí: ‘’afrontar mi mortalidad
me ofrece una ventana de acceso a mi inmortalidad’’…
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