martes, 11 de agosto de 2015

Conversaciones de Desempeño:

Conversaciones de Desempeño:
                                                                                                 Dr. Nelson de J. Rueda Restrepo
                                                                          Gerente General Coaching Management Consultants SAS
                                                                                                 www.coachingmc.com

¿Qué significa generar conversaciones de desempeño?

Frecuentemente confundimos el hablar, el comunicar o el dialogar con el conversar.  De allí que se hace necesario establecer las diferencias entre existentes entre estos conceptos, aparentemente sinónimos.

Se denomina hablar a la capacidad de comunicarse mediante sonidos articulados que tiene el ser humano.  La disciplina que se orienta a explicar la comunicación mediante el habla se denomina lingüística.

Antes de hablar se debe hacer silencio y este silencio puede ser una preparación para la palabra, a menos que ésta sea una actividad puramente motora, sin ningún contenido.  Por consiguiente, para muchos, callarse y recogerse en sí mismos antes de hablar, es una gran tarea. 

En las formas establecidas de nuestra sociedad materialista muchos están habituados a volverse hacia el exterior, a ser activos y así a dispersarse.  Así su conciencia está centrada en sus propios intereses.

La charlatanería irreflexiva o incluso maquinal y desenfrenada, que emana del subconsciente, despilfarra la fuerza que podría elevarse muy por encima del subconsciente, refuerza el instinto de conservación del yo y lo alimenta.  Así algunos son esclavos del lenguaje, emplean sus poderes para defenderse y herir a los demás.

Comunicar, nos dice la Real Academia Española es, en su primera acepción, "Hacer a otro partícipe de lo que uno tiene"; la etimología proviene del latín “communicare”, "intercambiar, compartir, poner en común".  En términos generales, la comunicación es un medio de conexión o de unión que tenemos las personas para transmitir mensajes.

La palabra diálogo proviene del latín “dialogus” y significa discurso racional o ciencia (logos) del discurso.  La dialéctica es el arte del diálogo para oponer dos discursos racionales.

En el uso común, dialogo es una “Plática entre dos o más personas, que alternativamente manifiestan sus ideas o afectos”.  Lo que hacemos en el dialogo es establecer una conexión con el fin de dar o recibir ideas, información o algún significado.

Una función evidente del lenguaje es comunicar.  El propósito de comunicar tiene implícita la promoción de una acción, sea interna (de un individuo) o externa (entre individuos o individuos y el medio) y es a través del conversar donde se da la adecuada promoción de la acción y la verificación de sus consecuencias.

La palabra conversar proviene del latín “conversatio” y surge de la unión de dos raíces latinas: “cum” que quiere decir “con” y “versare” que significa “dar vueltas con sentido”, y se descompone en el prefijo con (reunión), el verbo vertere (girar, cambiar, dar vueltas) y el sufijo tio (acción y efecto de reunirse a dar vueltas con sentido).

De allí que podríamos afirmar que Conversar es entrar “en el surco que traza el otro” y proseguir, con él, en el trazo y perfección de aquel surco, buscando siempre llegar a acuerdos y coordinar acciones para alcanzar objetivos, lo cual da lugar a diálogos continuos y sucesivos, en una cadena operante de complejidad

Al proceso conversacional entran como efectores Pn elementos, (agentes universales -materia, energía e información- que entran al sistema para permitir, mediante procesos conversacionales, que se origine una causa final), para producir, en la vesica piscis, una transformación que busca guiar hacia un resultado sistémico.

La actuación de Mentor y Mentorado se puede visualizar, en sus propios los plexores, los cuales pueden ser representados al interior de una vesica piscis, como la sumatoria de  P1+P2+P3…hasta convertirse en Pn.

Cuando estos elementos Pn, en su condición de efectores, son modificados por el diálogo entre lo interpretativo, lo discursivo y lo relacional, surge un sistema generado por la complejidad, la cual produce un resultado, más que sistémico, complejo, al cual llamamos proceso complex, compuesto por tejidos que crean nuevos plexores, o subcomplexus, que constituyen, a su vez, su propia complejidad, representándose, por ello en una vesica piscis.

La vesica piscis constituye  una síntesis de un mapa de procesos sistémicos, en el que los dominios conversacionales,  de Mentor y Mentorado, se complejizan, constituyéndose así la conversación en un campo de significación discursiva compleja y, por tanto, en una cadena operante de complejidad.

En el proceso dialógico, discursivo, interpretativo y reinterpretativo, los efectores actúan en una relación dialogal, discursiva y compleja para generar diálogos de cadenas operantes, que finalmente terminen por ser generadoras de los modos de actuación de los sujetos institucionalizados.

En la cadena operante de complejidad, Mentor y Mentorado se mueven desde sus propias orillas epistemológicas, (teorías y paradigmas) heurísticas (modelos y esquemas) axiológicas (prototipos y cosmovisiones) y ontológicas (creencias, prejuicios y raíces profundas), lo cual complejiza las conversaciones y hace necesario un discurrir diferente en el lenguaje de la Organización.

Desde la dimensión más ontológica, una conversación es una danza entre el escuchar y el hablar, en torno a objetivos comunes, lo cual hace posible lograr acuerdos y coordinar acciones.  Es decir, versar con el otro, desde el lenguaje y las emociones, en una danza entre el indagar y el proponer, para generar un diálogo productivo, orientado al aprendizaje, la transformación y la acción.


Establecida la ontología de una conversación y la semántica de la misma, podríamos sintetizar el accionar de un Mentor como un proceso mediante el cual él habla con el Mentorado para comunicarse, desde el lenguaje y las emociones, generando un diálogo que conduce a conversaciones productivas.  Este diálogo está orientado al aprendizaje, la transformación y la acción por parte del Mentorado, en función de potencializar su desempeño vital y su carrera profesional.

Rafael Echeverría[1], presidente de Newfield Consulting, afirma que  “lo que nos constituye como seres humanos es nuestro vivir en el conversar.  Todas las actividades y quehaceres humanos tienen lugar como conversaciones y redes conversacionales.  Los directivos y los gerentes en las organizaciones son agentes conversacionales.  La manera como estamos conversando determina la calidad de los resultados de la Organización”.

El Mentoring, al igual que el arte del Coaching,  nos permite darnos cuenta e intervenir al Mentorado a través de la observación de los resultados que produce, mediante  la dinámica de la red conversacional.  De allí que el Mentor, en su condición de agente conversacional, asume que una de sus funciones más trascendentales consiste en generar conversaciones de desempeño con el Mentorado. 

Para hacer dinámica su presencia y gestión vital en la empresa, generar procesos integrales, mejoras en los procesos que proveen productos y servicios, y desarrollar estrategias  prácticas de mejoramiento y de producción de resultados.  Si es posible, en todas las perspectivas organizacionales de las cuales este participa.





[1] Echeverria, Rafael. Ontología del Lenguaje. Ediciones Dolmen

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