Conversaciones de
Desempeño:
Dr. Nelson de J. Rueda Restrepo
Gerente General Coaching Management Consultants SAS
www.coachingmc.com
¿Qué significa generar conversaciones de
desempeño?
Frecuentemente confundimos el hablar, el
comunicar o el dialogar con el conversar.
De allí que se hace necesario establecer las diferencias entre
existentes entre estos conceptos, aparentemente sinónimos.
Se denomina hablar a la capacidad de
comunicarse mediante sonidos articulados que tiene el ser humano. La disciplina que se orienta a explicar la comunicación mediante el habla
se denomina lingüística.
Antes de hablar se debe hacer silencio y
este silencio puede ser una preparación para la palabra, a menos que ésta sea
una actividad puramente motora, sin ningún contenido. Por consiguiente, para muchos, callarse y
recogerse en sí mismos antes de hablar, es una gran tarea.
En las formas establecidas de nuestra
sociedad materialista muchos están habituados a volverse hacia el exterior, a
ser activos y así a dispersarse. Así su
conciencia está centrada en sus propios intereses.
La charlatanería irreflexiva o incluso
maquinal y desenfrenada, que emana del subconsciente, despilfarra la fuerza que
podría elevarse muy por encima del subconsciente, refuerza el instinto de
conservación del yo y lo alimenta. Así
algunos son esclavos del lenguaje, emplean sus poderes para defenderse y herir
a los demás.
Comunicar, nos dice la Real Academia Española
es, en su primera acepción, "Hacer a otro partícipe de lo que uno
tiene"; la etimología proviene del latín “communicare”, "intercambiar, compartir, poner en
común". En términos generales, la comunicación es un medio de conexión
o de unión que tenemos las personas para transmitir mensajes.
La palabra diálogo proviene del latín “dialogus” y significa discurso racional
o ciencia (logos) del discurso. La
dialéctica es el arte del diálogo para oponer dos discursos racionales.
En el uso común, dialogo es una “Plática
entre dos o más personas, que alternativamente manifiestan sus ideas o
afectos”. Lo que hacemos en el dialogo
es establecer una conexión con el fin de dar o recibir ideas, información o
algún significado.
Una función evidente del lenguaje es
comunicar. El propósito de comunicar
tiene implícita la promoción de una acción, sea interna (de un individuo) o
externa (entre individuos o individuos y el medio) y es a través del conversar
donde se da la adecuada promoción de la acción y la verificación de sus
consecuencias.
La palabra conversar proviene del
latín “conversatio” y surge de la
unión de dos raíces latinas: “cum” que quiere decir “con” y “versare” que significa “dar
vueltas con sentido”, y se descompone en el prefijo con (reunión), el verbo
vertere (girar, cambiar, dar vueltas) y el sufijo tio (acción y efecto de
reunirse a dar vueltas con sentido).
De allí que podríamos afirmar que Conversar es entrar “en el surco que
traza el otro” y proseguir, con él, en el trazo y perfección de aquel surco,
buscando siempre llegar a acuerdos y coordinar acciones para alcanzar
objetivos, lo cual da lugar a diálogos continuos y
sucesivos, en una cadena operante de complejidad
Al proceso conversacional entran como efectores
Pn elementos, (agentes universales -materia, energía e información- que entran
al sistema para permitir, mediante procesos conversacionales, que se origine
una causa final), para producir, en la vesica piscis, una transformación que busca
guiar hacia un resultado sistémico.
La
actuación de Mentor y Mentorado se puede visualizar, en sus propios los
plexores, los cuales pueden ser representados al interior de una vesica piscis,
como la sumatoria de P1+P2+P3…hasta convertirse en Pn.
Cuando estos elementos Pn, en su condición de
efectores, son modificados por el diálogo entre lo interpretativo, lo
discursivo y lo relacional, surge un sistema generado por la complejidad, la
cual produce un resultado, más que sistémico, complejo, al cual llamamos
proceso complex, compuesto por tejidos que crean nuevos plexores, o
subcomplexus, que constituyen, a su vez, su propia complejidad,
representándose, por ello en una vesica piscis.
La vesica piscis constituye una síntesis de un mapa de procesos
sistémicos, en el que los dominios conversacionales, de Mentor y Mentorado, se complejizan,
constituyéndose así la conversación en un campo de significación discursiva
compleja y, por tanto, en una cadena operante de complejidad.
En el
proceso dialógico, discursivo, interpretativo y reinterpretativo, los efectores
actúan en una relación dialogal, discursiva y compleja para generar diálogos de
cadenas operantes, que finalmente terminen por ser generadoras de los modos de
actuación de los sujetos institucionalizados.
En la cadena operante de complejidad,
Mentor y Mentorado se mueven desde sus propias orillas epistemológicas,
(teorías y paradigmas) heurísticas (modelos y esquemas) axiológicas (prototipos
y cosmovisiones) y ontológicas (creencias, prejuicios y raíces profundas), lo
cual complejiza las conversaciones y hace necesario un discurrir diferente en
el lenguaje de la Organización.
Desde la dimensión más ontológica, una
conversación es una danza entre el escuchar y el hablar, en torno a objetivos
comunes, lo cual hace posible lograr acuerdos y coordinar acciones. Es decir, versar con el otro, desde el
lenguaje y las emociones, en una danza entre el indagar y el proponer, para
generar un
diálogo productivo, orientado al aprendizaje, la transformación y la acción.
Establecida la ontología de una
conversación y la semántica de la misma, podríamos sintetizar el accionar de un
Mentor como un proceso mediante el cual él habla con el Mentorado para
comunicarse, desde el lenguaje y las emociones, generando un diálogo que
conduce a conversaciones productivas.
Este diálogo está orientado al aprendizaje, la transformación y la
acción por parte del Mentorado, en función de potencializar su desempeño vital
y su carrera profesional.
Rafael Echeverría[1], presidente de Newfield Consulting,
afirma que “lo que nos constituye como seres
humanos es nuestro vivir en el
conversar. Todas las actividades y
quehaceres humanos tienen lugar como conversaciones y redes conversacionales.
Los directivos y los gerentes
en las organizaciones son agentes conversacionales. La manera como estamos conversando determina la
calidad de los resultados de la Organización”.
El Mentoring, al
igual que el arte del Coaching, nos
permite darnos cuenta e intervenir al Mentorado a través de la observación de
los resultados que produce, mediante la
dinámica de la red conversacional. De
allí que el Mentor, en su condición de
agente conversacional, asume que una de sus funciones más trascendentales
consiste en generar conversaciones de desempeño con el Mentorado.
Para hacer dinámica su presencia y
gestión vital en la empresa, generar procesos integrales, mejoras en los
procesos que proveen productos y servicios, y desarrollar estrategias prácticas de mejoramiento y de producción de
resultados. Si es posible, en todas las
perspectivas organizacionales de las cuales este participa.
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