HALLAR EL BALANCE EN EL TRANSCURRIR DE LA VIDA
Describir ese otro sentido para ayudar a descubrirlo
Transcurrir la vida, vivir para contar… contar para existir.
Me descubro humana ante la forma de conocerme y reconocerme cuando soy testigo de mi misma. Resulta ser que sólo yo sé lo que siento y la variación de ese sentir en milésimas de segundo, curiosamente a otros les pasa lo mismo en diferentes momentos de la existencia.
La cuestión es que cuando pasé por ahí me di cuenta a medias, mirando en retrospectiva dispuesta a permitir que yo y otros evidencien mi humanidad, me expreso dejándome ver con mis aciertos y de cómo logré salir avante de mis miedos e inseguridades, de mis dudas y mi ignorancia, saliendo victoriosa de una de las miles de cuevas mentales lúgubres, macabras, nauseabundas en las que solía estar.
Brillar sí, brillar, eso es lo que me motiva ahora… brillar y ver brillar a otros cuando se permiten descubrir la vida: veo el brío, el ánimo y la fuerza con que emprenden la palabra y la conducta llevándolas a cabo sin importar la magnitud de tales acciones.
Es la inquietud, el asombro, la curiosidad, el gusto por descubrir y encontrar hasta lograr el dominio corporal como muestra del manejo asertivo de emociones y de la vida, lo que permite comunicarme más sincrónicamente en las emociones con los otros y mi entorno.
Entender que precisamente por ese cambio de emociones y percepciones en milésimas de segundo que a todo humano en situación no patológica nos pasa, es que se requieren las convenciones y códigos que a todos nos faciliten tomar conductas comunes que nos conduzcan a construir el mundo para todos, sin dejar de estar descubriendo la vida en nosotros y nuestro entorno.
¡Poner en acción el Desarrollo Humano, sí es una opción de vida! Dra. Ana Patricia Pérez Ríos
Describir ese otro sentido para ayudar a descubrirlo
Transcurrir la vida, vivir para contar… contar para existir.
Me descubro humana ante la forma de conocerme y reconocerme cuando soy testigo de mi misma. Resulta ser que sólo yo sé lo que siento y la variación de ese sentir en milésimas de segundo, curiosamente a otros les pasa lo mismo en diferentes momentos de la existencia.
La cuestión es que cuando pasé por ahí me di cuenta a medias, mirando en retrospectiva dispuesta a permitir que yo y otros evidencien mi humanidad, me expreso dejándome ver con mis aciertos y de cómo logré salir avante de mis miedos e inseguridades, de mis dudas y mi ignorancia, saliendo victoriosa de una de las miles de cuevas mentales lúgubres, macabras, nauseabundas en las que solía estar.
Brillar sí, brillar, eso es lo que me motiva ahora… brillar y ver brillar a otros cuando se permiten descubrir la vida: veo el brío, el ánimo y la fuerza con que emprenden la palabra y la conducta llevándolas a cabo sin importar la magnitud de tales acciones.
Es la inquietud, el asombro, la curiosidad, el gusto por descubrir y encontrar hasta lograr el dominio corporal como muestra del manejo asertivo de emociones y de la vida, lo que permite comunicarme más sincrónicamente en las emociones con los otros y mi entorno.
Entender que precisamente por ese cambio de emociones y percepciones en milésimas de segundo que a todo humano en situación no patológica nos pasa, es que se requieren las convenciones y códigos que a todos nos faciliten tomar conductas comunes que nos conduzcan a construir el mundo para todos, sin dejar de estar descubriendo la vida en nosotros y nuestro entorno.
¡Poner en acción el Desarrollo Humano, sí es una opción de vida! Dra. Ana Patricia Pérez Ríos
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