Aunque Cristo nazca mil o diez mil veces en Belén, de nada te valdrá si no nace por lo menos una vez en tú Corazón.
Ángelus Silesius
Aprende a ser como un espejo que escucha y refleja la energía. El universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos ha dado, porque el universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones, y nos envía el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida. Aprende a ser como el universo, escuchando y reflejando la energía, sin emociones densas y sin prejuicios.
Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir antes de expresarlo. Sé breve y preciso, ya que cada vez que dejas salir una palabra por la boca, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu vitalidad. De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía. Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de tu propio aliento. Si no tienes nada bueno, verdadero y útil que decir, es mejor quedarse en silencio.
Si te identificas con el éxito, tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracasos. Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría interna.
Sé discreto, preserva tu vida íntima; de esta manera te liberas de la opinión de los otros y llevarás una vida tranquila volviéndote invisible, misterioso, indefinible e insondable como el Tao.
Aprende a ser como un espejo que escucha y refleja la energía. El universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos ha dado, porque el universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones, y nos envía el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida. Aprende a ser como el universo, escuchando y reflejando la energía, sin emociones densas y sin prejuicios.
Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir antes de expresarlo. Sé breve y preciso, ya que cada vez que dejas salir una palabra por la boca, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu vitalidad. De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía. Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de tu propio aliento. Si no tienes nada bueno, verdadero y útil que decir, es mejor quedarse en silencio.
Si te identificas con el éxito, tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracasos. Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría interna.
Sé discreto, preserva tu vida íntima; de esta manera te liberas de la opinión de los otros y llevarás una vida tranquila volviéndote invisible, misterioso, indefinible e insondable como el Tao.
Felicidad en Navidad y Prosperidad en el Año Nuevo
les desea Nelson de J. Rueda R. y Consultores Asociados
Coaching Management Consultants S.A.
les desea Nelson de J. Rueda R. y Consultores Asociados
Coaching Management Consultants S.A.