martes, 23 de noviembre de 2010

ERES EL ÚNICO RESPONSABLE DE TUS ACTOS

Por Gustavo S.

“Todos hemos crecido en este mundo donde nos parece mucho más fácil echar la culpa a nuestros vecinos, hermanos o incluso a Dios por los errores que cometemos o por nuestras desgracias.
Hay incluso personas que llegan a tener tal grado de irresponsabilidad que culpan a otros de sus decisiones como si alguien les hubiese torcido un brazo y le hubiesen obligado a tomar esa decisión en específico.
Lo que no sabemos es que al culpar a los demás de nuestros errores y decisiones (especialmente las malas), es la receta para un gran desastre emocional dentro de ti. También es un muy buen indicador de que estás estancado en la parte más baja de la evolución y que nunca vas a lograr ser una persona exitosa, feliz y prospera mientras mantengas esa conducta o hábito de culpar a los demás.

El que busca siempre consigue, dice la Biblia, y cuando conseguimos debemos tomar una decisión para saber si deseamos seguir por ese camino. A veces cometemos errores, a veces llegamos a un lugar para aprender algo que nos va a ayudar en la vida pero que no es directamente lo que buscábamos, como sea lo que estés haciendo mientras lo hagas consciente de que tú eres responsable de esa decisión, esta va a llevar por el camino correcto tarde o temprano.

Deja de culpar a los demás por tus errores y decisiones, acepta que no eres perfecto y que el mejor camino para aprender es tomando decisiones.
Si tienes hijos y deseas enseñarles responsabilidad lo mejor que puedes hacer es regalarle una mascota de su preferencia (un perro, gato, hamster etc), y luego decirle al niño que él se tiene que encargar de alimentarlo, de bañarlo o de limpiar sus excrementos. De esta manera empezarás a construir el concepto de responsabilidad en tus hijos y mejor aún, si el niño, por desgracia no cuida a su mascota y muere por mal cuidado de la misma, entonces deberás aprovechar y enseñarle las consecuencias por su falta de responsabilidad.

Se que suena un poco cruel, pero te aseguro que esa consecuencia no es nada comparada con otras consecuencias que podrían ocurrir cuando ese niño sea un hombre.

Para nosotros los adultos, si sabemos que somos irresponsables y no lo suficientemente maduros para afrontar nuestra responsabilidad entonces es momento de crecer y de entender que nosotros SOMOS RESPONSABLES DE ABSOLUTAMENTE TODO LO QUE SUCEDE A NUESTRO ALREDEDOR, hasta en lo que crees que no tenemos nada que ver”.